Desde la perspectiva de la comunicación la educación ha tenido siempre una impronta fuertemente monomediatica. Durante siglos el libro, manuscrito, impreso, ha ocupado el lugar central del proceso enseñanza-aprendizaje. Desde hace un tiempo, no mucho es común estudiar de recortes de diarios, con lo cual hemos caído un poco, ya que una noticia en un diario es fugaz, uno tiene incorporado que el diario de hoy mañana ya es viejo, entonces las noticas mañana ya no sirven. Distinto al libro que más que aportar una noticia aporta un concepto, una definición, un conjunto de palabras debidamente articuladas, pensadas, que tienen un significado más profundo y duradero. Sino leamos un concepto matemático en un libro y luego leamoslo como notica en un diario y veremos que su efecto duración, interpretación, interés, es muy distinto en un medio que en el otro.
También se habla de la incorporación de la televisión en el aula desde los años 60, y a decir verdad, he visto pocos o ningún televisor en el aula. Como bien se dice en el articulo, la incorporación de una pantalla por más o menos interactiva que sea no implica de por si un cambio en la relación maestro-alumno. Pero un maestro, al que se le deben proveer los elementos básicos necesarios para dar clase, con la pantalla interactiva puede estimular a sus alumnos a conseguir mejor concentración al “ver” la explicación más que perderse entre escribir, escuchar y tratar de comprender al mismo tiempo. Le podríamos decir primero veamos en la pantalla por supuesto, luego escribamos y luego interpretemos. Así habremos estudiado, habremos dado un paso adelante ya que habremos conseguido el objetivo de estudiar en clase.
Se nos dice que hay un desfase cultural y tecnológica entre los jóvenes de hoy y un sistema escolar que no ha evolucionado con la sociedad y con el entorno digital.
Si los jóvenes forman parte de la sociedad y no van a su mismo ritmo, hay algo que se contradice. En muchos casos son los propios padres de estos jóvenes que están desfasados ya que no están al tanto de lo que sus hijos reclaman, primeramente en la familia, luego en la escuela, luego afuera.
Es común escuchar “andá a estudiar”, en vez de decir “vení pongámonos a estudiar”. Por que no tienen tiempo muchos padres dejan este acompañamiento, esta tutorizacion primera, que la deben hacer ellos, luego los docentes. Y lo más contradictorio, a aquí termino, hay padres que son docentes, en distintos niveles, y aún así es como que se despreocupan de la educación, o que no es tema de ellos.
Saludos. Justo #cpc11c3
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